lunes, 30 de octubre de 2017

Historia y contingencia



Nuestra historia de lecturas está, como la historia del mundo, sujeta a condiciones estructurales y a las fuerzas de la contingencia. Hace décadas, de chiquito, me trajeron de un viaje réplicas de mapas y documentos de la Guerra Civil Americana; hace unos años compré un librito con escritos de Lincoln; hace unos meses a una hija le asignaron leer su biografía; hace unas semanas le pregunté a Mark Healey (@HealeyParera) qué libro recomendaba como historia general del período y así llegué a The Battle Cry of Freedom, de James McPherson.
The Battle Cry of Freedom es un librazo de historia sobre un período complejísimo de esa nación tan compleja como es Estados Unidos. Los libros generales sobre episodios como estos son dificilísimos de escribir; uno quiere al mismo tiempo mantener una narrativa más o menos cronológica pero al mismo tiempo tratar en profundidad los temas más complejos que se relacionan con los eventos. McPherson logra hacerlo, perdiéndose (para un neófito) bastante poco de lo narrativo. El libro se lee increíblemente bien, y aprendemos sobre las economías de los beligerantes, las cuestiones jurídicas y constitucionales, la formáción de los ejércitos, los armamentos y tácticas, los generales, la medicina y miles de cuestiones más.
A los no americanos nos cuesta entender la magnitud y complejidad de esta guerra que duró más de 4 años y que mató a más soldados americanos que todas las demás guerras sumadas, unos 360.000 yanquis y unos 260.000 confederados. Y lo que la hace más difícil de entender es su doble característica de guerra de pueblos (con conscripción y movilización total) y guerra política (con fines políticos que van cambiando, con elecciones mientras se seguía peleando, con decisiones judiciales y casos de derechos civiles, y hasta con comercio entre beligerantes semi-aceptado por los gobiernos).
La causa principal fue estructural: “La cuestion de la esclavitud probablemente hubiera causado tarde o temprano un enfrentamiento entre el Norte y el Sur”. Social, política y económicamente era imposible mantener una sociedad esclavista y otra de hombres libres unidas por siempre. Pero la guerra no nació para abolir la esclavitud ni era esa un objetivo de guerra del Norte ni de Lincoln, quien “se había movido de a poco hacia la izquierda durante la guerra, desde la no emancipación a una emancipación limitada con colonización y después hasta emancipación universal con sufragio limitado.”
El desarrollo fue cambiante y complejo, con escenarios múltiples, cambios tecnológicos y el preludio a la movilización total de las guerras del siglo XX. De hecho, durante la propia contienda se produce una transición desde una guerra parecida a las napoleónicas hacia algo cada vez más similar a la primera guerra mundial (trincheras y atrición). McPherson comenta pero pone en duda las principales explicaciones de la victoria del Norte: la mayor fortaleza económica, tamaño y capacidad industrial del Norte; la supuesta desunión de los confederados; la idea de que habría habido un mejor liderazgo civil y militar en el Norte. Al final del día, sin embargo, el resultado fue contingente: “en diversos momentos críticos durante la guerra los resultados podrían haber sido totalmente diferentes. (…) La victoria del Norte y la derrota del Sur en la guerra no puede ser entendida sin la contingencia que pendía de cada campaña, de cada batalla, de cada elección, cada decisión durante la guerra.” Contingencia muchas veces relacionada con errores; una y otra vez los generales se equivocan, desaprovechan oportunidades, mandan a miles de soldados a la muerte sin posibilidades, en parte, pero no sólo, debido a el increíble amateurismo de buena parte de la dirigencia civil y militar.
Una curiosidad de la historia es que resultados contingentes pueden tener consecuencias profundas y duraderas. El triunfo del Norte no significó nada más (nada menos) que el fin de la secesión y de la esclavitud sino que significó “una transformación más amplia de la sociedad y la política norteamericana”. Hubo un “cambio radical del poder del Sur al Norte” y cambió sustancialmente el gobierno: “La vieja república federal en la cual el estado nacional raramente tocaba al ciudadano promedio a través del correo dio lugar a una unidad política más centralizada que cobraba impuestos a las personas de forma directa y que creó una administración de ingresos para hacerlo, llamaba a hombres a las armas a través de la conscripción, expandió la jurisdicción federal de las cortes, creó una moneda nacional y un sistema nacional de bancos y estableció la primera agencia nacional para el bienestar social”. La guerra civil forjó la economía, las instituciones y hasta el partido y la ideología (“el partido Republicano, con su ideología de capitalismo compettivo, egalitario y de trabajo libre”) que preparían a los Estados Unidos para, medio siglo más tarde, sacarle el rol de imperio a Gran Bretaña.
Pudo ser de otra manera. Nuestras vidas también pueden ser diferentes.

Originales de las citas usadas
“The slavery issue would probably have caused an eventual showdown between North and South”.
“He had moved steadily leftward during the war, from no emancipation to limited emancipation with colonization and then to universal emancipation with limited suffrage.”
“at numerous critical points during the war things might have gone altogether differently. (…) Northern victory and southern defeat in the war cannot be understood apart from the contingency that hung over every campaign, every battle, every election, every decision during the war.”
“These results signified a broader transformation of American society and polity”.
“radical shift of political power from South to North.”
“The old federal republic in which the national government had rarely touched the average citizen except through the post-office gave way to a more centralized polity that taxed the people directly and created an internal revenue bureau to collect these taxes, drafted men into the army, expanded the jurisdiction of federal courts, created a national currency and a national banking system, and established the first national agency for social welfare”.
“The accession to power of the Republican party, with its ideology of competitive, egalitarian, free-labor capitalism, was a signal to the South that the northern majority had turned irrevocably toward this frightening, revolutionary future.” 

lunes, 23 de octubre de 2017

Tiempo gato

desde hace unos buenos días en verdad desde hace semanas o quién sabe cuánto
se me ocurrió esta idea de hacer un caligrama un poema más o menos
así con la forma de un reloj de arena que va de a poco, así,
perdiendo su caudal y justo antes de venir acá leí al
meses se murió mi papá
entonces me prometí
hacer todo el
tiempo
lo  que me
hiciera feliz. si
me divierte viajar viajo.
si me divierte estar solo estoy solo.
si me divierte  estar con amigos todo el día estoy
con amigos todo el día y si quiero salir y comer, salgo y como.
hay que hacer lo más que se pueda porque esto se acaba y se acaba mucho
más rápido de lo que uno piensa. lo único que nos llevamos es lo que vivimos.”

martes, 17 de octubre de 2017

Citas




Hace unos años, en una librería en Houston, Texas, me encontré un librito con escritos de Lincoln. Estaba barato, lo compré, y cuando llegué a Buenos Aires lo dejé en la mesa de luz por años. Cada tanto leía y releía el discurso más famoso de la historia, el discurso de Gettysburg con sus 272 palabras, y lo volvía a dejar ahí. Hace unas semanas, hija#3 me dijo que tenía que leer una biografía de Lincoln así que busqué el librito y le leí el discurso de Gettysburg. Cuando terminé me dijo: “sos un pesado pero te quiero igual”, lo que no deja de ser lindo, creo. El punto es que me asumí pesado y me puse a leer todo el libro y entonces me di cuenta de que sé mucho menos de la Guerra de Secesión de lo que me gustaría, así que ahora estoy con eso. La próxima reseña seguramente será sobre The Battle Cry of Freedom, de James McPherson. Mientras tanto, acá van algunas citas de Lincoln.

“that government of the people, by the people, for the people, shall not perish from the earth.” / “que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparezca de la tierra”. (Gettysburg Address; p. 2; 1863)
“As a nation of freemen, we must live through all time, or die by suicide.” / “Como una nación de hombres libres, debemos vivir por todos los tiempos o morir por suicidio”(Address before the Young Men’s Lyceum of Springfield, Illinois, 1838. p. 4)
“Let reverence for the laws (...) become the political religion of the nation”. / “Que la reverencia a las leyes (…) se convierta en la religión política de la nación”(Address before the Young Men’s Lyceum of Springfield, Illinois, 1838, p. 10).
“Is it unreasonable, then, to expect, that some man possessed of the loftiest genius, coupled with ambition sufficient to push it to its utmost stretch, will at some time, spring among us? And when such a one does, it will require the people to be united with each other, attached to the government and laws, and generally intelligent, to successfully frustrate his designs.” / “¿Es acaso poco razonable, entonces, esperar que algún hombre de la más encumbrada genialidad, asociada con una ambición tan grande que lo lleve a empujarla a su máxima posibilidad, aparezca entre nosotros? Y cuando aparezca, requerirá que las personas estén unida unas con otras, apegadas al Estado y a las leyes, y con inteligencia, para lograr frustrar sus designios.” (Address before the Young Men’s Lyceum of Springfield, Illinois, 1838. p. 13)
“The legitimate object of government, is to do for a community of people, whatever they need to have done, but can not do, at all, or can not, so well do, for themselves - in their separate, and individual capacities.” / “El objetivo legítimo del Estado es hacer para una comunidad de personas todo aquello que necesiten que se haga pero que no pueden hacer, o que no pueden hacer bien, por sí mismos, en sus capacidades individuales y separadas.” (Thoughts on government, 1854. p. 17)
“A house divided against itself cannot stand. I believe this government cannot endure, permanently half slave and half free.” / “Una casa dividida en contra de sí misma no puede sostenerse. Creo que este Estado no puede durar permanentemente mitad esclavo y mitad libre.” (“A house divided” speech, 1858. p 21)

lunes, 9 de octubre de 2017

Heroína de la empatía


El 27 de septiembre empecé, en el Retiro-Tigre, La música que llevamos adentro, de Julia Moret. Lo sé porque tuitié que estaba en eso y que leyendo los agradecimientos y el prólogo ya me había emocionado dos veces. Emocionado de sentir lágrimas detrás de los ojos, de sentir que se me agarrotaba la garganta. Al día siguiente tuitié: “Me estás matando @JuliMoret. Tu libro es impresionante.” Finalmente, el 2 de octubre tuitié: “Tu libro es muy muy hermoso, @JuliMoret. Es emocionante y divertido e importante. Es tuyo y universal.”
El libro es un relato, en primerísima persona, de una mujer que va descubriendo que su hijo tiene síndrome de Asperger; y que va descubriendo qué es eso, qué significa eso para ella como madre, esposa, mujer, hermana, hija. Es, como dice Santiago Llach en el prólogo, “una historia fascinante de shock familiar y redención, un thriller de las emociones íntimas, un testimonio de todo lo que somos capaces de hacer los seres humanos.” (p. 19) Un libro que empieza con una madre con miedo a qué le dirán en el colegio otras madres y maestras sobre su hijo, que se comporta distinto a los demás: “Trato de no hacer contacto visual con ninguna madre para no habilitar la charla. (...) Estoy al límite de la autocompasión”. (p. 54) Y que termina con una mujer que quiere ayudar a otras madres de chicos con Asperger y a todos los chicos con Asperger. Una madre que empieza buscando en las librerías “un libro testimonial (…) que sea desde el punto de vista de la madre. Quiero un libro que me cuente qué siente una mujer, una madre como yo” (p. 173) y que termina escribiéndolo. Por eso no está mal la etiqueta que le da Llach en el prólogo de “superheroína de la empatía”. (p. 18)
Pero no es un libro para madres de chicos con Asperger. Hay sin duda algo totalmente subjetivo: nadie más es como Julia Moret. Pero hay algo mucho más general sobre qué significa ser madre, qué es ser mujer, esposa y todo lo demás. Moret se pregunta todo el tiempo cómo vivimos, en esa realidad que nos toca; preguntas como: “¿Eso es ser padre? ¿Esperar a que un hijo crezca?” (p. 31) “¿No hacen eso las familias?” (p. 97) “¿No hacen eso las parejas?” (p. 106) “¿No es eso quererse?” (p. 230) Hay cosas muy específicas de ser madre de un chico con Asperger, como la dificultad de la vida social del chico (“mi hijo tiene un amigo y lo cuidamos como si fuera un Quinquela heredado de mi abuela Nina.” - p. 71) Y otras que son comunes a todos: “Paso el peine fino y quiero gritar de la cantidad de piojos que estoy sacando. Me pregunto qué estará haciendo en este momento Scarlett Johansson.” (p. 315) (Necesitamos un poema largo sobre la lucha de la madre contra los piojos. Ahí se juega una desigualdad de género olvidada.) Es ahí donde el libro deja de ser sólo de Moret y pasa a hablar de algo universal, de cómo todos buscamos acomodarnos a esta cosa rara que es la vida (y cómo muchos de nosotros lo hacemos en parte a través de andar leyendo a otros y escribiendo para otros).
Como muestran las últimas dos citas, Moret apela frecuentemente al humor. Estuve al borde del llanto mil veces: con comentarios o preguntas del hijo; con detalles sobre cosas que ven o preguntan los padres o hermanas de Moret sobre su hijo. Sobre lo que ella misma puede preguntarse y permitirse decir y desear respecto de su hijo. Me emocionó mucho todo el juego con el marido y me sentí identificado con esa torpeza que tenemos a veces (siempre) para cuidar a las madres. Pero Moret vuelve una y otra vez al humor y lucha contra la autovictimización. De nuevo, esto es válido para la madre de un chico con Asperger y para todos. “Las madres y los hijos son como las almendras del helado: no se eligen, te tocan y listo.” (p. 62) Ante eso no sirve ni victimizarse ni negar las dificultades propias sino enfrentar esta cosa rara con el corazón abierto, con humor y con empatía hacia los otros que van por este camino. Por eso, además de lo más concreto de ser una madre de un chico con Asperger, por eso este es un libro importante.

lunes, 2 de octubre de 2017

Hasta siempre


Volví a leer la novela que más veces leí. ¿Tres, cuatro, cinco, seis? Ni idea, qué importa. No me canso nunca de ver El Padrino y no me canso nunca de leer El largo adiós, de Raymond Chandler. Y dejé de escuchar a Dolina, a mis 18 o 20 años, cuando lo escuché desdeñar a Chandler aduciendo que al fin de cuentas sólo escribía novelas de detectives. 
Una particularidad de esta lectura es que la hice a los 42 años, a la misma edad que tiene en la novela su héroe, Philip Marlowe, el detective privado por antonomasia. Como dice Marlowe de su cliente en la novela, Terry Lennox, es imposible no amar a Marlowe. Marlowe es todo lo que debe ser un hombre: fuerte, decidido, valiente, independiente, culto sin snobismo (describe “decoraciones por Duhaux en el último simbolismo subfálico”-  p. 18), caballero sin afectación, irónico sin que eso lo convierta en insensible. Marlowe está en el mundo para ayudar a otros con sus problemas pero siempre buscando que prevalezca la verdad y la justicia. La ciudad es un mundo desordenado y hostil, y él está ahí para ponerle un poco de orden y justicia, para compensar un poco. Al lado de Marlowe somos todos poca cosa pero, al mismo tiempo, de Marlowe aprendemos que hay que intentarlo igual; aunque nos fajen o nos cueste, hay que intentar poner orden y humanidad en el medio del caos. Marlowe nació en un pueblo chico y nos dice que le podría haber ido bien allá. Nos pinta una vida de rico de pueblo chico y concluye: “Quedatela vos, querido. Yo me quedo con la ciudad grande sórdida sucia y torcida.” (p. 249) Podría haberme quedado afuera pero me vine a dar una mano.
El tema principal de la novela es esa ética; es la defensa de una forma de vida ajustada a la justicia y la verdad en un mundo difícil y desordenado en el cual a muchos malos les va muy bien. No es un superhéroe, el bien no siempre triunfa, pero cada tanto el detective puede compensar. Otro tema es el adiós, la despedida. Muchos de los personajes pierden cosas en la novela y tienen que hacer duelos, pero no todos lo logran. Ni Eileen Wade ni Lennox ni Roger Wade. Marlowe tiene que soltar a Lennox y también a Linda. Con Lennox hace todas las cosas sentimentales que él le pide en su carta, y dijo su adiós “cuando valía de verdad (...) cuando era triste solitario y final.” (p. 378) Y con Linda razona que “Los franceses tienen una expresión. Los hijos de puta tienen una expresión para todo y siempre tienen razón. Decir adiós es morir un poco.” (p. 365) Así que además de todo lo demás, Marlowe es el más maduro de todos los personajes, el que lidia con el dolor y la pérdida como un adulto.
El otro gran tema es uno de los grandes tema de la vida del autor, aquello a lo que el autor no pudo decirle adiós: el alcohol. La novela comienza, los problemas de Marlowe comienzan, justamente por el alcohol: “siempre es un error interferir con un borracho” (p. 4). Y los dos hombres que crean el conflicto central, por decirlo así, son borrachos. El alcoholismo cambia todo: “Un hombre que puede tomar mucho en alguna ocasión sigue siendo el mismo hombre que era sobrio. Un alcohólico, un alcohólico de verdad, no es para nada el mismo hombre. No podés predecir con seguridad nada que tenga que ver con él salvo que será una persona que nunca antes conociste.” (p. 181)
El argumento puede ser un poco demasiado complejo, y en algún momento una cosa que a Marlowe le tarda un tiempo hoy nos parece obvia. También es verdad que hoy, después de todas las novelas de detectives que leímos y todas las películas de detectives que vimos, el tono puede parecer un poco cliché. Es como escuchar la voz en off de La pistola desnuda, esa voz de primera persona dura y rasposa, irónica y canchera. Pero hay que recordar que si no fue el primero, Chandler es de los primeros. Y sobre todo, que nadie lo hace como él, con su riqueza de lenguaje y su humor y su ritmo. Para mí Chandler es un genio de la metáfora, una metáfora corrida y original: “El oleaje tiene la tranquilidad de una señora vieja cantando en la iglesia” (p. 37); “...dijo en una voz hecha con lo que usan para forrar las nubes de verano” (p. 95); “yo pertenecía a Idle Valley como una cebolla perla en un banana split” (p. 98); “Pasó una hora como una cucaracha enferma”.(p. 137).
A este paladín de la justicia no le decimos nunca adiós sino siempre hasta pronto: y si a los 20 la leí queriendo convertirme en un hombre como Marlowe, espero no pensar dentro de veinte años "qué equivocado está este muchacho".

Originales de las citas usadas
“decorations by Duhaux in the latest subphallic symbolism.” (p. 18)
“You take it, friend. I’ll take the big sordid dirty crooked city.” (p. 249)
“So long, amigo. I won’t say goodbye. I said it to you when it meant something. I said it when it was sad and lonely and final.” (p. 378)
“The French have a phrase for it. The bastards have a phrase for everything and they are always right. To say goodbye is to die a little.” (p. 365)
“it’s always a mistake to interfere with a drunk.” (p. 4)
“A man who drinks too much on occasion is still the same man as he was sober. An alcoholic, a real alcoholic, is not the same man at all. You can’t predict anything about him for sure except that he will be someone you never met before.” (p. 181)
“The swell is as gentle as an old lady singing hymns.” (p. 37)
“she said in a voice like the stuff they use to line summer clouds with”. (p. 95)
“I belonged on Idle Valley like a pearl onion on a banana split.” (p. 98)
“An hour crawled by like a sick cockroach.” (p. 137)