martes, 4 de octubre de 2016

Sobre chicos como yo



La pasé muy bien leyendo Nenes bien. Historias de jóvenes privilegiados, una colección de cuentos compilados por mi amigo Martín Kunik con prólogo de Claudia Piñeiro.
Está bien el prólogo al decir, más allá del afán por categorizar, por generalizar, que lo importante de la selección es que trae lo individual. Esto me recordó a la crítica que le hizo un amigo al libro Vida de Ricos, de Soledad Vallejos: que el libro generalizaba un tipo de rico (los ricos famosos) y no veía que hay "muchas formas de ser rico, y muchas de esas no están" en el libro. Nenes bien, en cambio, dice Piñeiro, "se ocupa de este grupo desde la individualidad". (p. 15)
Es decir: une a estos relatos el hecho de que sus personajes son de los más ricos de la sociedad (aunque no provienen necesariamente del mismo mundo) y el hecho de que Martín Kunik los haya seleccionado. Lo primero puede ser lo que atraiga al marketing literario, pero lo que importa (y acá tiene que haber un mérito del compilador) es lo que traen esas historias individuales, que de maneras diferentes tienen los mismos problemas que todos los seres humanos: no saben cómo vivir, tienen miedos, inseguridades, amores, odios, y paro porque vuelvo a generalizar.
Individualizo: un maestro, siempre, Mairal, aunque esta vez nos dio algo demasiado breve; muy bueno el cuento de Hernán Firpo, con un excelente uso de los diálogos; siempre hay magia en Pablo Ottonello (aunque le hubiera sacado sus diálogos con Damián, sorry), a quien creemos destinado a grandes cosas; tremendo el cuento "Coronas fúnebres" de Cecilia Sluga; hermoso el cuento de José Santamarina ("Arial verde sobre fondo rosa fluorescente").
La pasé muy bien leyendo Nenes bien, que tiene además el gran mérito de ser relativamente corto y de que casi todos sus cuentos son cortos. Comprad y leed.

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